12/23/2009

2009

Termino este año con emoción y expectativa. Espero mi primer entrada del 2010 sea para darles buenas noticias.

Disfruten el año que llega, no repitan sus errores a menos que lo deseen, arrepientanse de lo que hicieron y no de lo que no se atrevieron a hacer, sean honestos con ustedes mismos y por consecuencia lo serán con los demás, no posterguen cosas pues puede que después no puedan realizarlas y nunca olviden que no importa que tan mal estemos, siempre hay alguien peor que nosotros ;).

¡¡¡Felices fiestas!!!

11/02/2009

Mío

¡Un amor tan grande no puede pasar desapercibido!

¿Es que no lo ves? ¿No encuentras mil palabras de amor en cada mirada mía? ¿No sientes los innumerables besos que te doy con cada aliento? ¿No escuchas un “te amo” en cada saludo que te brindo? ¿No saboreas la pasión que desprendo cada que veo tu sonrisa? ¿No te estremecen los cientos de abrazos que en mi mente te atrapan cuando escucho tu voz?

¿Realmente no ves cuanto te amo?

Mis ojos aman tu boca, mis labios aman tu cuerpo, mi piel ama tu mirada y mi alma ama tu esencia. Te amo con los cinco sentidos, con todo mi cuerpo, con cada palabra omitida, con cada pensamiento ausente, con cada mirada esquivada, con cada deseo reprimido... Pero no todo es tan simple...

Este amor que parece enfermedad, vive con la frustración y la tortura de tenerte tan cerca y saber que no puede hacerte suyo... mío, no puedo llamarte mío...

9/22/2009

Egoístas

-Que bueno que te quedaste.
-Si decidí quedarme fue sólo por ti. Porque me lo pediste.
-Mentiroso, te quedaste por egoísta
-¿Egoísta?
-Sí, porque no puedes imaginar tu vida sin mí, porque sabes que si algún día yo faltara se iría la fuerza que te sostiene las piernas para poder caminar. Porque sientes que el día que no puedas estar conmigo te arrancarías la piel de desesperación e impotencia. Porque tanto en tu mente como en tu corazón, un mundo sin mí no es posible.

-¿Cómo sabes que me siento así?

-Porque yo siento lo mismo, y ese egoísmo que te hizo quedarte, es el mismo que me hizo pedírtelo...
Entonces, él cortó una rosa del jardín, la besó y se la entregó. Sus dedos solamente se rozaron, pero ese simple toque fue suficiente para hacer correr electricidad por ambos cuerpos.

Dos sonrisas de complicidad se dibujaron mientras sus miradas gritaban a la noche el amor que con tanta pasión compartían.

9/03/2009

¡Por fin!

Como ya había comentado en alguna entrada anterior, me encontraba en un estado de frustración ocasional por la falta de trabajo. La necesidad de pagar mis propias cuentas sin tener que pedirle dinero a alguien o incluso poder invitarles de vez en cuando a mis amigos un café, cada vez es más grande.

Me choca pedir prestado, generalmente soy yo quien presta. Puedo escucharme engreída, pero es la verdad. Me da gusto saber que les puedo prestar dinero a mis amigos, invitarles algo de comer o tener suficiente dinero para que al pasar por algún escaparate, compre sin pensarlo eso que le agradaría o se le vería bien a él o a ella.

Una de las razones por las que la palabra "desempleo" parecía ser mi segundo nombre, era que yo no quería trabajar en algo que no me gustara, y aún cuando pasaba el tiempo y no encontraba empleo, había una voz en mi cabeza que me tranquilizaba diciéndome que algo perfecto me llegaría. De alguna manera estaba segura que el trabajo adecuado me encontraría... y así fue.

El proceso fue el siguiente:

Hace 2 semanas Luis Miguel, un ex alumno de la ULA le envió un correo a mi ex director de carrera pidiéndole que le recomendara algunos alumnos, ya que está empezando una empresa y tenía interés en que sus empleados fueran egresados de la universidad donde él estudió. Víctor, mi ex director, le recomendó varios perfiles entre los cuales estaba el de uno de mis amigos, Joseph.

El lunes de la semana pasada, Joseph tuvo la entrevista con Luis, en la cual éste último le comentó que estaba muy interesado en contratarlo, que también quería contratar a una mujer y que ya había entrevistado a 2 chavas que no lo habían convencido mucho. Seguida de esta explicación, Luis le pidió a Joseph que si conocía alguien que fuera buena para la redacción se la enviara. Aquí es cuando entré yo.

Joseph pensó que yo podría tener el perfil que Luis y su socio estaban buscando, así que saliendo de la entrevista me marcó para platicarme la situación. Yo por supuesto encantada al escuchar que se trataba de un puesto en el que haría lo que me gusta, le dije que aceptaba. Joseph le mandó mi currículum a Luis, quien me marcó para establecer una entrevista un día después de que Joseph tuvo la suya. La entrevista fue mejor de lo que esperaba. Fue en el Starbucks de Tlaxcala y Nuevo León. La verdad estaba muy nerviosa, principalmente porque horas antes había leído el mail en el que Joseph me había recomendado, donde después de haber descrito quien soy y como me conoce, con toda seguridad escribió:

"Tal y como lo mencionaste ella es de las pocas personas por las que metería las manos al fuego laboral y personalmente, por lo que sinceramente espero sea lo que realmente necesitas."

Esta frase me sacudió, y no porque yo dudara de mis capacidades, sino porque siempre en una situación así, existe el miedo a defraudar a la persona que ha puesto en ti tal cantidad de confianza.

Toda esta inseguridad desapareció momentos después de empezada la entrevista.

Luis es un hombre de 35 años si no me equivoco, bastante agradable y relajado para platicar. Él se encargó de que mi nerviosismo desapareciera. Se presentó contándome a que se había dedicado y el porqué del proyecto que estaba armando. Me explicó de que trataba el mismo y me dio una idea de cuál sería mi función. Lo que me llamó la atención es que todo esto lo platicaba conmigo, no me lo informaba, me lo platicaba como si tuviéramos tiempo de habernos conocido. Me relajó bastante darme cuenta de que no estaba hablando con un señor que escudriñaba cada reacción que veía en mí, sino con un joven entusiasmado por comenzar una nueva etapa en su vida. Me dio gusto que tuvimos varias opiniones en común y que el ambiente fue lo suficientemente cómodo para que al final me platicara sobre su vida personal, su novia y su perro Dylan, del cual me enseñó fotos y me contó que lo llamó así por Bob Dylan.

La conclusión de la entrevista fue que por su parte no necesitaba buscar más. Para él yo era la persona indicada para el puesto y solamente faltaba que me entrevistara su socio Alejandro para que los dos estuvieran de acuerdo, cosa q nunca sucedió. Me quede esperando esa segunda entrevista, en cambio, lo que llegó fue la llamada definitiva. El martes de esta semana Luis me marcó para decirme que habían decidido que Joseph y yo nos quedábamos con las vacantes y que lo que seguí era mandarnos un mail con la propuesta económica. Fue una de las mejores llamadas que he recibido. Fue la llamada que me confirmó que por fin lo que quería había llegado: un empleo en el que me dedicaría a hacer lo que me gusta. Aún no se cual será el sueldo y no me importa tanto. Iré creciendo dentro de la empresa y por algo se empieza.

Lo importante para mi es que mi primer trabajo será en lo que disfruto haciendo y con gente con la que estoy cómoda conviviendo. Más no podría pedir. Estoy contenta ¡muy contenta!

8/09/2009

G8

El entusiasmo de comenzar una nueva etapa era parte del impulso de comenzar nuevas amistades. En mi caso, era un miedo enorme, un temor gigante a repetir las burlas y los maltratos que me hacían odiar la escuela. Pero alguien llegaría para demostrarme lo contrario, o tal vez yo llegaría a ellos, diariamente, en los descansos y al final de las clases. Dios y el destino me pusieron en su camino para que me cambiaran la vida de una manera que jamás podría terminar de agradecer.

Mi perspectiva siempre fue diferente aunque eso no significaba que me sintiera menos parte del grupo.

Las foots, los M&M’s, el tipo, Coyo, Nesh, y yo… la única que no estaba en el salón. Terminé en el grupo por azares del destino. Porque la vida quiso enseñarme 2 cosas a la vez.

Yo llegué después.

Todo comenzó a las 2 semanas de haber iniciado las clases. Con la falta de locker le pedí a un amigo que lo compartiera conmigo, él aceptaba si su compañero de locker aceptaba. El tercer involucrado aceptó. Nos presentan… ahí empezó todo… al menos para mí.

Irónicamente mi primera impresión de él, fue la de un niño común con ojos bonitos que no parecía muy inteligente, después ese niño dejaría de ser común y se convertiría en mi principal motor para levantarme diariamente a las 6 de la mañana. Al enamoramiento que duraría casi 5 años y que la mayor parte de ellos sentí como un suplicio, ahora lo veo como el mejor regalo del mundo… bueno, los mejores regalos del mundo: 7 rostros que me contagiaban su sonrisa cada día. Ellos fueron el resultado, la enorme recompensa por haberme enamorado del hombre equivocado.

Fue número par. Se construyó como una historia de 8 personas diferentes con intereses similares. Era un balance perfecto: cuatro mujeres y cuatro hombres.

Sin importar donde estábamos, siempre lográbamos pasarla bien. Llevamos nuestra amistad a todos los puntos que pudiera llegar. Hacíamos catarsis y nos agradecíamos por haber llegado al mundo. Cientos de lugares fueron testigos de nuestra ARMONIAA: Pericoapa, el Mongo, El boliche, el billar, el gotcha, La Marquesa, Cuernavaca, Toluca, Yautepec, Acapulco… en fin.

Preparábamos algo especial para cada cumpleaños y hasta planeábamos quién sería pareja de quien, quiénes apadrinarían a los hijos de los demás y planeábamos como sería vivir juntos.

Hicimos a nuestros padres cómplices de nuestras aventuras. Evolucionamos nuestra relación a un punto más allá de las palabras, en el que sabemos que seguimos aquí, que seguiremos aquí siempre… tal vez unos más que otros pero siempre habrá ocho personas que compartieron una amistad inusual, profunda, auténtica, divertida, pero sobretodo unida, más fuerte que el tiempo.

Siempre tendré una enorme gratitud en mi corazón con esos 7 individuos que me sacaron del hoyo emocional en el que vivía, fueron mi equipo de rescate, me enseñaron que la tristeza y el sufrimiento no eran el común denominador de mi vida, que existía el verdadero cariño afuera de la familia, que los amigos son familia y sus familias son amigos, que el amor, incluso el no correspondido, enseña y madura a las personas, que la verdadera amistad se expresa mejor con una abrazo y que no importa cuánto tiempo pasemos separados, al final del día sabremos cómo encontrarnos.

Los quiero más de lo que puedo expresar. La persona que ven en mí existe porque ustedes la levantaron y nunca podré agradecerles lo suficiente por eso.

Alma, Naomi, Irene, Aldo, Arturo, Rodrigo, Oliver:
GRACIAS.

7/17/2009

Nada

No encuentro, o no hay, o de plano no para mí. He buscado trabajo incansablemente y sólo he aprendido que la crisis lleva al engaño. Las empresas te llevan a entrevista y te enganchan con mentiras para terminar poniéndote en ventas y hasta de office boy si te dejas.

He llegado a pensar que mi postura tal vez no sea la correcta. ¿Estaré mal al pensar que no me aventé 4 años de carrera y un diplomado para terminar en ventas o telemarketing? Algunos dicen que por algo se empieza pero tal vez el hecho de que afortunadamente no busco trabajo por necesidad, es lo que me permite ponerme en mi posicion de niña tonta al no querer desperdiciar lo que estudié y al rehusarme a trabajar en algo que no me gusta.

Algo que toda esta experiencia de búsqueda de empleo me ha ayudado a darme cuenta, es que lo que quiero es un trabajo de oficina. No quiero andar rodando por toda la ciudad de empresa en empresa, ni quiero trabajar desde mi casa. Me veo levantándome temprano, llegando a la oficina, yendo a comer con mis compañeros y cumpliendo mi jornada de tiempo completo. Una simple y tranquila rutina laboral, pero por lo visto en estos días es pedir demasiado.

Tengo varios proyectos encima. Hay muchas cosas que quiero hacer y no puedo. Nunca había sentido tal impotencia debido a la falta de dinero. Quiero comprarme una bici, quiero tomar clases de tango, quiero averiguar si tengo el valor para aventarme en paracaídas, quiero ir a la playa y quiero no sólo dejar de depender económicamente de mis papás sino poder cooperar con la economía de la casa...

Y tras todos esos "quieros" hay una impotencia que no deja de crecer...

Me urge encontrar trabajo.

7/06/2009

We are the world

Ok. YouTube ya nos dio permiso de publicar los videos de nuevo así que reanudo mi lista de videos favoritos.

Este me encanta por la cantidad de artistas que se reunen. Aunque el que menos aparece es Michael Jackson se entiende que quien marca el camino es él, y en general la canción en muy buena.

6/30/2009

They don't care about us

Este video me encanta por mostrar la versatilidad que tenía MJ para explorar diferentes ritmos y la facilidad y energía que lo hacían reunir a tanta gente.


6/26/2009

El fin de una era

Generalmente cuando se va alguien, más que tristeza me da coraje... en este caso fue al revés. Tal vez porque no era pariente mío ni un conocido cercano, pero esta ocasión la tristeza fue mayor al enojo. Después de enterarme de la noticia empecé a recordar cuantas veces en la primaria me tocó bailar Thriller. La ensayábamos una y otra vez y nunca me molestaba escuchar tantas veces la misma canción. Después en la carrera, cuando ya creía que no regresarían oportunidades para aprenderme alguna coreografía escolar, ahí estaba, de nuevo a mis 22 años me encontré bailando Thriller cientos de veces en un salon de clases con partes de la coreografía original para presentarla otras tantas veces en una obra de teatro. Nuevamente no me cansaba de repetirla las veces que fuera necesario.

Siempre que escuchaba alguna canción de él era inevitable que, al mismo tiempo que movía los hombros pensara: "que buena música hace este hombre". Fue acompañamiento de varias generaciones que lo recordarán siempre.

He traído la espina de compartir con alguien mi pesar, de decirles que realmente me da tristeza que semejante leyenda se haya ido, sobretodo en vísperas de su gira de despedida...

No pienso adentrarme más en el tema, no voy a poner su biografía ni las cifras de sus logros, eso los van a encontrar en cada canal que sintonicen o en cada estación de radio que elijan, simplemente quiero hacerle mi tributo personal a un hombre que cambió la historia de la música y del baile. A un hombre que con su música acompañó muchos de mis mejores momentos.

En todos lados del mundo han hecho demostraciones masivas de su respeto por él, ésta es la mía, mi manera de decirle adiós y de agradecerle por poner toda su energía en cada paso de baile y en cada palabra cantada.

Toda esta semana estaré publicando videos de él, videos que desde mi punto de vista, reflejan de la mejor manera quien era Michael Jackson.

El primero es mi favorito por ser una de las mejores coreografías que he visto en mi vida. Ojalá lo disfruten tanto como yo.

6/17/2009

Uno de esos días...

Hoy fue uno de esos días, de esas veces en que te saturas de tu entorno y lo único que quieres es escapar.

Hoy me saturé. De mi casa, de mi lento ritmo de vida, de sentirme estancada, de los problemas que me rodean... de todo. Fue de esos días en que por cinco minutos pensé en levantarme, sin avisarle a nadie tomar todo el dinero que tengo y comprarme un boleto de avión lejos de aquí, a una ciudad donde nadie me conozca y pueda empezar de cero.

Tantas veces me ha seducido esa idea y nunca he tenido el valor de tomarla y ponerla en acción. Siempre concluyo en lo mismo, que ya me llegará la oportunidad de salir de esta ciudad y llegar a otra vida, a una historia diferente con un final parecido. Sé que saldré de aquí, tal vez lo haga sola, tal vez no, pero sea como sea, sé que un día saldré de aquí.

6/11/2009

Lic. Maricela Morlet

Esta semana crecí. El lunes después de las 2 de la tarde me sentí más alta. El mundo se veía pequeño y la satisfacción que me provocaban las lágrimas en el rostro de mi papá, me invadió todo el cuerpo de una manera que nunca había experimentado.

Es muy fácil estar del otro lado de una mesa y decirle a alguien:”Felicidades, ya eres licenciada”. Para el sínodo es algo común y tal vez el repetirlo tantas veces les ha hecho olvidar cómo se habrán sentido ellos el día que escucharon ese “Aprobado”.

Para mí fue un gran logro, un enorme respiro, fue quitarme de encima una piedra que pesaba 20 años de esfuerzo plasmados en los ojos de mi padre.

De repente no parecía suficiente, no me parecía justo ver miles de levantadas temprano, desveladas haciendo tarea, nervios de exámenes finales, de quedarme hasta las 10 de la noche en la escuela armando la animación o el diaporama en el laboratorio de Mac, representados en un simple papel. Pero el momento en que escuché al hombre más grande y fuerte del mundo con la voz cortada diciéndole a su mujer: “Lo logramos esposa, mi chiquita se tituló” me deshizo de emoción. Traté de no llorar frente a mis amigos porque Maricela Morlet siempre dice que no llora, pero la expresión de mi padre de descanso y satisfacción me ganó. Ver a los 2 pilares más importantes en mi vida con los ojos rojos después de haber escuchado del sinodal que ya éramos colegas, fue lo que me hizo darme cuenta de lo que acababa de lograr.

Acababa de darle crédito a las miles de horas que el Ingeniero en Sistemas se ha pasado sentado frente a una computadora partiéndose la espalda y la vista para desquitar el sueldo, a las noches que se desvelaba tratando de planear la creación de un programa que funcionara en varias empresas, a las veces en que la Licenciada en Trabajo Social se ponía a ayudarle con la tarea a su niña, a las tardes que se pasaba sentada en el comedor planeando la economía de la casa para ver como estirar los billetes para que su hija fuera a una escuela bilingüe y al mismo tiempo tuviera la bicicleta Benotto que le pidió a Santa Claus.

Pareciera que no tiene tanta importancia, y yo creía que no la tenía, pero los centímetros que gané de altura ese día me demuestran lo contrario. Una frase no lo expresa por completo, pero lo importante es lo que viene detrás de ese: “Ya soy licenciada”. Yo lo sé, conozco ese background, y el octavo día del sexto mes del año 2009, terminó su capítulo y comenzó otro.

Por último quiero dar las gracias. Sí, como en los premios Oscar voy a dar las gracias:

A mis papás por ponerme donde estoy en este momento, a mi tía Patricia por sofocar su enfermedad y poner su mejor cara el lunes pasado, a mi hermano Javier por marcarme temprano y recordarme que se puede ser hija única y aún así tener al mejor hermano del mundo, a Joaquín, Arturo, Rubén y Naomi por haber ido ese día, nunca les expresé como agradecí que estuvieran ahí conmigo, a Jorge por hacerse un espacio en sus cansados ensayos para mandarme ese mensaje de apoyo una hora antes, a Charbelí por mandarme el primer mensaje que leí después de salir del examen, a Alma por ponerse nerviosa conmigo desde París y a Alexis por ser el primero en felicitarme por Facebook, a Aldo por confundir la fecha y estar al pendiente de marcarme para decirme Licenciada, a Fercho por ayudarme a relajarme, apoyarme y a estudiar, a Joseph por aceptar estudiar conmigo y prestarme su casa y su Guitar Hero, a Imelda por emocionarse conmigo y prender esa velita para que me fuera bien, a Paula por ponerme nerviosa casi diario y recordarme la importancia de ese examen, a Coyiyo porque no importa la ocasion siempre pide que le inviten todo, a Luishito por seguir rompiendo las barreras geográficas y darme abrazos aun cuando está lejos, a Laura por enfermarse del ojo pero recordarme su apoyo, y a todos los que se tomaron un momentito de su día para felicitarme. Ayudaron a que esta etapa fuera aún más importante y relevante en mi vida.

Realmente gracias.

Atentamente,

Lic. Maricela Morlet

5/19/2009

Momento

Dormí con tu cuerpo cuidando al mío. Amaneció... tu rostro estaba a mi lado y tu olor impregnaba la mañana. Tus ojos fueron mi primer imagen, mi primera visión del alba.

Tus brazos son el último recuerdo que tengo de sentirme completamente segura. Nada me podía tocar mas que tu suave mano acariciando mi cintura. Tus latidos eran mi canción de cuna y tu respiración me mantenía en completa relajación.

Pude haberme quedado ahí toda la vida, ahí, en ese momento que a ratos aceleraba mi respiración y me provocaba ganas de no soltarte nunca, de arrancarte la ropa y comprobar de mil maneras que realmente te encontrabas ahí. El frío fue nuestro pretexto perfecto, el aliado que hacía falta para juntar mi existencia con la tuya.

Con miedo te pregunté si querías que me alejara, con seguridad y ternura de inmediato me respondiste que no, me preguntaste si me quería quitar y aferrándome a tu cuerpo con fuerza te contesté de la misma manera.

Recuerdo haberle pedido a la noche que no se fuera, que me dejara probar tu calor más tiempo, pero sólo logramos robarle unas horas a la madrugada. El medio día nos obligó a levantarnos, a retomar la rutina diaria, a separarnos.

Desde el momento en que nos separamos ya te extrañaba, aún cuando te veía de lejos te extrañaba, extrañaba sentirte mío, solo mío y de nadie más.

Me pertenecías y no quería regresarte al mundo, pero el mundo pudo más que yo, la realidad me venció y solamente me dejó el recuerdo de una noche perfecta, de un momento en el que dos cuerpos formaban una sola silueta adornando la cama.

Maricela Morlet

4/23/2009

Jamboree

Tengo una amiga, de la que he aprendido muchísimo, y le digo amiga porque realmente la considero así, quien me conoce sabe que no es una palabra que use con ligereza y en ella me da gusto poder usarla. No la veo diario ni platicamos tan seguido, pero las veces que llegamos a hacerlo realmente disfruto la conversación.

La conocí en un viaje a Cuernavaca. La verdad mi primera impresión de ella no fue la mejor porque se me hizo una persona muy seria y poco sociable. (Sí Charbelí, cuando te conocí no me caíste bien jaja). Creo que no llegamos a cruzar más de 3 palabras. Después como buena tradición, se organizó el juego de waterpolo y ahí mi percepción de ella cambió drásticamente. Me reía como loca de sus gritos de "¡Vamos mujeres!", "¡Si se puede!", "¡Todas sobre Lozano!", "¡Ánimo!". Me reía tan fuerte que había momentos en los que no podía ni jugar, pues sus gritos salían realmente con toda la energía que traía en el cuerpo. Hasta la fecha lo hace y la adoro por eso.

Sin embargo seguíamos sin hablarnos, pero cuando menos lo acordé estábamos las dos en un largo juego de volley. Habíamos jugado todos un buen rato, pero en un momento la alberca se despejó y quedamos solo las dos. Éramos las únicas que queríamos seguir jugando y no se nos pegaba la gana salirnos del agua. No recuerdo si fue ella o yo quien levantó primero el balón, pero después de ese primer movimiento estuvimos horas intentando mantenerlo en el aire. Aún cuando a ratos se me cansaban los brazos seguía jugando, era el reto de lograr la mayor cantidad de pases y lo bien que la estaba pasando, lo que no me dejaban irme. Contábamos la cantidad de golpes que le dábamos antes de que se nos fuera hacia otro lado y cuando se nos desviaba, las dos reíamos y gritábamos de la frustración.

Después nos empezamos a llevar muy bien. La primera vez que salimos sin el intermediario estrella que nos presentó, fuimos a tomar café. Platicamos muy agusto y nos sorprendimos al darnos cuenta de que las dos teníamos una experiencia muy fuerte en común. Esto nos ayudó a llevarnos aún mejor.

Las veces siguientes que la veía eran generalmente salidas en grupo, pero nos la pasábamos muy bien. Me encanta la energía que tiene para todo, bailar, reír, escribir, hablar... hasta para fumar... todo. Me río mucho cuando convivo con ella y realmente la considero una persona excepcional.

Ella tiene un blog, en el cual decidió que éste sería el mes sentimental y bajo esa pauta escribiría una entrada sobre cada persona importante en su vida. La idea se me hizo muy original y cuando lo leí recordé por qué me cae bien. En estos días escribió sobre nuestro introductor, el gran amigo que nos hizo el enorme favor de ponernos frente a frente. Cuando terminé de leerlo platiqué con ella hasta casi las 4 de la mañana y durante esa plática caí en cuenta de algo: ¿Quién escribe sobre ella? Sobre esa persona que se toma el tiempo para dedicarle un espacio, un post, una entrada a cada uno de sus seres queridos.

Así que decidí hacerlo yo. Probablemente no soy la persona indicada, pues no soy su mejor amiga ni tengo muchos años de conocerla, tal vez nuestro amigo en común sería el adecuado para escribirla, pero yo me atrevo a hacerlo, aún cuando no soy quien más la conoce, porque creo que es una persona de la que vale la pena escribir, una persona de la que se puede aprender muchísimo y de la que el mundo debería saber.

Yo la admiro, y mentiría si dijera que a veces no trato de redactar como ella. Me encanta como escribe y la manera que tiene de ver y describir todo. Siempre he estado muy agradecida porque en mi camino he encontrado personas muy interesantes, personas que me han ayudado a encontrarle nuevos matices a la vida, como Aldo, quien con su originalidad e inteligencia logra aprender lo que sea y lo mejora; Jorge, con su infinita energía y decisión para crear cosas y hacer cualquier proyecto posible, o Arturo, para quien no hay imposibles, no encuentra obstáculos ni límites en nada...

El conocer a Charbs me hace reiterar el agradecimiento que le tengo a Dios (o a la vida si ella lo prefiere) por seguir poniendo en mi trayecto personas fuera de lo común. No intento robar su idea, y puede que llegue a escribir también sobre los pilares que componen mi vida, pero será más adelante cuando la inspiración me lo reclame. Por el momento, haciendo honor a su mes sentimental, creí que era justo que alguien escribiera sobre ella. Sé que hay quienes pueden describirla mejor que yo, y si deciden hacerlo, mi espacio es todo suyo para que lo hagan. Por lo pronto lo hice yo.

Gracias Charbelí por dejarme aprender tanto de ti.

4/15/2009

Lejos

No tienes idea como se siente. Está cansada de hacerse la valiente y a ratos le dan ganas de dejarse llevar, de caer en ese pozo obscuro que tanto la llama, de tirarse por horas a llorar... pero no llora, no puede... no debe... su orgullo y ego no se lo permiten. Sentirse débil jamás, verse débil peor, mejor sería desaparecer.

Pero tiene tanto por dentro que a veces cree que va a explotar, la invaden unas ganas enormes de salir corriendo y gritar que esta harta de todo, que no quiere verlo de nuevo e irse muy lejos, donde nadie sepa quien es, donde otro nombre y vida sean su carta de presentación, a encontrar nuevos rostros, tal vez hasta nuevas penas, pero cualquier cosa sería mejor que continuar con ésta, ésta que le rompe la piel, que le desgarra la mente y le deshace las fuerzas, que la hace olvidarse a veces que ella es primero y no él, que le satura la memoria con sus ojos, su olor... ese delicioso y fresco olor, de su clara piel y obscura voz, de esa sonrisa que parece tener suficiente luz para opacar al sol, de esa energía que se contagia a kilómetros de distancia.

Pareciera el hombre perfecto, y aún asi con todo ese amor por él, ella sabe que no lo es, que tiene más defectos que nada, pero los ama, ama cada imperfección, cada palabra omitida, cada detalle no compartido...

Tristemente para ella no hay mejor amor que el no correspondido pues está tan acostubrada a ese sentimiento, que no sabría que hacer el día que lo escuchara decirle "te amo", pero está tranquila, la idea de que esto sucederá ya dejó su cabeza, sabe que no tendrá que enfrentarse a ese momento, así que resignada sólo se concentra en encontrar otras manos y otro cuerpo que la hagan olvidar los de él...


Maricela Morlet

4/03/2009

Pero Vive

Pero vive, porque sabe que no le falta nada, porque sabe que es la persona más afortunada del mundo, porque si la gente cuenta a sus verdaderos amigos con una mano ella puede hacerlo con las dos, porque tiene libertad, porque ama lo que tiene, lo que es y a las personas que caminan con ella, porque no tiene manera de enumerar la cantidad de viajes, experiencias, recuerdos, sonrisas, caídas, carcajadas, abrazos, lágrimas, canciones, gritos, emociones, bailes, caricias y besos que componen su historia, porque sabe que el día que se caiga se levantará por si sola pero habrá muchas manos esperando ayudarla a volver al camino, porque tiene más de lo que puede pedir y eso le basta y sobra para no olvidar que aunque la aventura no le ha dado la única cosa que pide, tiene todo para decir: Gracias, soy feliz.

Maricela Morlet

3/27/2009

La Cita

Los golpes en la puerta fueron contundentes. Precisos. Potentes.

Él se preguntó porqué no habría tocado el timbre. Comprendió entonces que ella sería muy especial. Tanto como él anhelaba. Tal vez algo chapada a la antigua. Pero nadie que golpea así una puerta puede ser desapasionada, pensó. Y esto lo excitó.

Se apresuró a abrir. Antes de girar el picaporte, trató de alisarse el cabello con la mano. Sabía que ella vendría, pero el tiempo se escabulló más rápido que lo planeado. Remoloneó en la cama. Se demoró en la ducha. Y se inquietó ante la posibilidad que ella lo creyera un desconsiderado.

Abrió la puerta y quedó perplejo. Ella lucía bellísima. Mucho más hermosa de lo esperado. Totalmente diferente a como él la imaginara. Quizás un poco más oscura. No de una oscuridad lúgubre. Una oscuridad intrigante. Pero no sería un obstáculo. Nunca la oscuridad lo ha sido. Tanta belleza para tan poco tiempo, quizás resultara excesivo, pero imposible de rechazar. Ello tampoco sería obstáculo.

El vestido negro, bien ceñido al cuerpo, le sentaba de perlas, a pesar que las perlas más preciadas fueran las blancas y el vestido de brillante negrura. El detalle de los guantes de seda resultaba magnífico. Alta y delgada. Delicada y misteriosa. Se dio cuenta entonces que una gota de sudor le recorría la espalda. Una de aquellas gotas que se brotan tibias, pero se desbarrancan heladas.

En la penumbra bajo el dintel, ella lo miró fríamente, a la vez ansiosa. Él hizo el ademán gentil para que entrase. Ella agradeció con una leve mueca, un movimiento de cabeza, e ingreso lentamente, desplazándose sobre sus tacos aguja. Pié delante del otro pié en cada paso. Ondulante. Sugerente.

Él necesitaba ser un caballero diligente, a pesar de estar despeinado. Le invitó a sentarse, le ofreció una bebida. -“Diet”- escogió ella.

Luego él la convidó un cigarrillo. Ella aceptó de buena gana.

"Lástima que el tabaco mata"-, comentó él, algo nervioso. – “Ese es el secreto de su éxito”-, respondió ella, mientras exhalaba una boconada de humo que en espiral ascendente, se alejaba hasta estrellarse contra el cielorraso de yeso.

-“Te deseo ahora” – exclamó ella sin cabildeos, sin dejar de mirarlo. Y su voz redobló seca y tajante en la sala, como convirtiendo un deseo en orden.

- “Me halagas... pero terminemos el trago... aún es temprano” – respondió él.

- “Nunca es temprano” – dijo ella con tono seguro. – “Simplemente es o no es. Y no me gusta perder tiempo en lo que no es”-.

- “Vamos... dame la chance de unos minutos... luego me tendrás”– suplicó él, en tono calmo. Ella se incorporó del sillón y camino hacia él. Sus pasos no retumbaron en la sala. Se paró a su lado, y con una mano comenzó a acariciar sus cabellos, de por sí despeinados.

Él suspiró profundamente. –“Veo que eres persistente, nada te detiene ¿verdad?”- murmuró mientras entrecerraba los ojos. Su respiración comenzaba a acelerarse. Su corazón pasaba del tranquilo paso al enérgico trote del centauro.

- “Es mi esencia. Nada ni nadie me detiene cuando lo deseo. Jamás” – fue su lacónica respuesta. Y por un instante él pudo observar un dejo de nostalgia o remembranza en el duro rostro de ella. Pero solo fue un instante. Y los instantes se esfuman en la nada.

- “¿Lo prefieres aquí... o en el cuarto?”- consultó ella ya impaciente, aunque con voz muy pausada, tranquilizante. Seguía penetrándolo con la mirada. Ella manejaba el juego. Cada lapso. Cada pausa. Ambos lo sabían. Él era pura adrenalina.

- “En el cuarto, por supuesto”- respondió él. – “Es más práctico, me gusta lo clásico”-

- “De acuerdo”- disparó ella, mientras el brillo de su sonrisa tornaba pícara la penumbra por un instante. Pero los instantes... Lo tomó entonces de la mano y se dirigió hacia el cuarto. Ella llevaba la iniciativa decididamente, a pesar de ser la primera vez que visitaba la casa. Eso le agradaba a él. Dejarse ser llevado, aunque sea por una vez, resultaba plácido.

Al llegar la habitación, ella giró y se quitó los zapatos. Luego fue el turno de las largas medias de seda, descendiendo por sus estilizadas piernas. Y el enérgico trote del corazón de él se fue convirtiendo en imponente galope de semental en celo.

Luego se acercó hasta que ambos cuerpos quedaran casi unidos, de pié. Y casi apoyando sus labios contra los de él, preguntó: -“¿En el piso o en la cama?"-; Él sintió que la sangre hervía en las venas. Sintió como si estuviera desbarrancándose desde la cima más alta, hacia el abismo más profundo. Hacia una pendiente eterna. –“Creo... que... en la cama estaría bien...”, respondió él titubeante. Y esta vez no por metódico. Simplemente porque ya era hora. Y cuando es la hora, ya no debe abundarse en palabras.

- “Eres un clásico... claro, eres un hombre. Las mujeres suelen tener más imaginación” – exclamó ella, mientras se quitaba los guantes de seda. Y el morbo del comentario hizo que él sintiera un hormigueo en el estómago. Su pecho era ya un corcel desbocado.

- “¿Algo más antes de hacerlo? “ – preguntó ella mientras él se acomodaba en la cama, algo tenso, un tanto nervioso. Muy nervioso.

- “Sí... dime tu nombre” - respondió él.

- “No, ese deseo no es posible. Puedes llamarme como desees. Debo confesar que me excita ser llamada de tantas diferentes maneras. Pero no habrá posibilidad de negociación con esto. Usa tu imaginación”- reflexionó ella.

- “De acuerdo... música entonces. Me encantaría escuchar de fondo una suave música”- dijo él. – “Dime el tema que prefieres y serás complacido” – consultó ella, mientras el vestido negro dejaba de ceñir y caía, dejando al descubierto su total desnudez. Bestial desnudez.

- “El... el Ave María” – respondió con un dejo de vergüenza.

- “Eres un pervertido... y eso me fascina”- respondió ella, lujuriosa. Ya era tarde y cada minuto contaba, debía apresurarse.

La música comenzó a poblar los silencios, muy tenuemente hasta perpetuarse plena, invadiendo de pentagramas y nostalgias el cuarto. Ella colocó su desnudez sobre la de él. Desnuda. Acarició su rostro. Besó sus párpados. Y él se entregó totalmente. Se dejó llevar. Libre ya de remordimientos y pecados se dejo llevar. Ya era hora. La hora. Hora de dejarse llevar.

- “¿Estás preparado?” – preguntó ella haciendo alarde de tino y calma. “¡Claro, vamos pronto de una vez!” – fue la respuesta, que por primera vez demostró seguridad.

Los labios de ella se posaron sobre los de él. Fue solo un instante. Un eterno instante. Como una succión apasionada. Ella humedeció su abismo en deseo. La noche fue testigo. Retraerse suavemente contra la soledad y embatir a fondo, contra el hastío. Entornar los ojos a lo que vendrá. Él se estremeció. Su cuerpo se convulsionó durante un breve lapso. Y fue entonces la hora. Luego del cimbronazo procedió la calma. Él se quedó quieto, muy quieto. En silencio y sin movimiento. Y comenzó a enfriarse lenta, continua, progresivamente.

Ella se incorporó y se alejó de la cama. “Tarea cumplida” se dijo, mientras se dirigía hacia el baño. Se lavó los dientes tan blancos como perlas. Con el cepillo de él. Y se lavó las manos. Con el jabón de él.

Luego de peinarse, se vistió y volvió a calzarse y colocarse los guantes. De seda. Plena.

Ya era la hora de visitar otro cuerpo. Otra forma. Otra rutina.

Antes de cerrar la puerta del cuarto, se dio media vuelta un instante para dedicarle una última mirada al cuerpo que fuera de él. Yacía tendido sobre la cama. En su rostro parecía reflejarse una mueca, mezclaba de sorpresa y tranquilidad. Sólo un cuerpo más, cuerpo ya sin alma. Inmóvil y pálido. Tan pálido.

Ella cerró la puerta y se encaminó hacia el ascensor. Ya en descenso consultó en la diminuta agenda su próximo destino. No había tiempo que perder.

-“No es tarea fácil la de ser Muerte”- se dijo, resoplando levemente, a sí misma. -“Nunca hay descansos”-.

Se sintió apesadumbrada, pero así era ella.

Perseverante. Eficiente y solitaria.-

Gustavo Galliano

3/26/2009

Él

La lluvia golpeaba con suavidad su rostro y la brisa acariciaba su cuerpo mientras extendía los brazos para sentirse más vivo que nunca. Por su cabeza no pasaba preocupación, el sonido de las olas relajaban su mente y la frase “no hay mejor lugar” se repetía incesantemente. Había llegado ahí con la esperanza de encontrar libertad, y lo había logrado.

Tenía una compañera que caminaba con él de la mano por cualquier camino y hacia cualquier adversidad, con la que compartía un hogar sin necesidades, tanto emocionales como materiales. Había logrado establecer su lugar en el mundo y ahora se encontraba frente al mar agradeciendo con toda su existencia el tener vida, amor y libertad.

Mientras tanto, ella lo miraba desde la entrada de su casa, serena…feliz, por tener la fortuna de compartir su vida con el que, para ella, era el mejor ser humano que pudo haber encontrado.

Maricela Morlet

3/23/2009

Espero curarme de ti

Hoy no tenía planeado subir nada nuevo al blog. No quiero meter muchas cosas en poco tiempo y saturarlo, pero una amiga, que en estos días ha probado ser grande, compartió conmigo un poema de Jaime Sabines. Es la segunda vez que me comparte algo que termina encantándome, así que le agradezco el tenerme esa confianza.

En el momento de leer el poema, le dije a mi amiga: "Creo que se acaba de convertir en mi poema favorito". Tal vez crezca y deje de serlo, pues somos seres circunstanciales y nos vamos acoplando al cambio, y en este momento mis circunstancias son descritas de excelente manera por ese poema. Se los dejo para que reflexionen conmigo. Creo que muchos sentimos eso más de una vez en nuestras vidas.

Espero curarme de ti

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: "que calor hace", "dame agua", "¿sabes manejar?", "se te hizo de noche"...Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero").

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

Jaime Sabines

3/21/2009

Alguna vez

Cuando estaba en la primaria y secundaria, era parte de la estudiantina de mi escuela. Pasé por varios instrumentos desde la guitarra hasta el pandero e interpreté muchas canciones que generalmente llevaban mensajes de amor. Pero hubo una que me agradaba especialmente, y aunque en aquel entonces era yo muy pequeña para entender de lo que realmente hablaba, siempre me sentí muy identificada con ella.

Esta canción, no era famosa, ni fue compuesta por uno de los grandes maestros de la música. Fue creada por el director de mi escuela, quien siempre lograba sorprenderme con una infinita creatividad pare crear y cambiar cosas. Hasta la fecha esa canción me gusta muchísimo, tristemente no recuerdo las notas en la guitarra y las veces que he tratado de tocarla, solamente me llevo un rato de frustración. La que si tengo muy grabada es la letra y pensé en compartirla con ustedes en estos días que parece estar más presente que nunca. Espero se identifiquen con ella tanto como yo.

Un abrazo enorme a Lino.

Alguna Vez

Alguna vez
ha pasado que en mis noches
tengo estrellas más de diez
Alguna vez
a mi corazón algún latido
lo hizo estremecer
Alguna vez
me ha sorprendido este ingenuo miedo
de no volverte a ver

Coro:
Y es que no sabes que sin ti
el tiempo es lento más que ayer
el movimiento del reloj
desaparece junto a ti
y es que no sabes tú
lo que yo siento... por ti

Alguna vez
he soñado con la luna
hasta el amanecer
Perdóname
si me he perdido en tu camino
fue solo sin querer

Y es que no sabes que sin ti
el tiempo es lento más que ayer
el movimiento del reloj
desaparece junto a ti
y es que no sabes tú
lo que yo siento...

Y es que no sabes que sin ti
mis alas vuelan hacia el mar
estrellándose en las olas de la soledad

Y es que no sabes que sin ti
el tiempo es lento mas que ayer
el movimiento del reloj
desaparece junto a ti
y es que no sabes tú
lo que yo siento... por ti

3/20/2009

Podría ser

Ella no terminaba aún de guardar el cambio del taxi, cuando sus ojos ya distinguían a lo lejos una imagen agradable. Él venia escribiendo un mensaje en su celular cuando su vista se regresó para enfocar una silueta distraída. Ella trató de no mostrar obviedad ante la mirada fija que se le acercaba con expectativa. Él no intento disimular el interés en verla más de cerca.

Sus miradas se cruzaron y dos sonrirsas se dibujaron...

Ella, vencida por la timidez, bajó la mirada antes que él. Él sonrió con ternura mientras agachaba la cabeza. Ella quería ver esa expresión llena de seguridad y amabilidad de nuevo. Él... también... Los dos voltearon y por encima del hombro sus miradas volvieron a encontrarse. Apenados por la situación se volvieron y continuaron su camino. Ella trataba de adivinar el nombre de él. Él trataba de adivinar si ella vivía cerca.

Podría ser que el viviera ahí, podría ser que ella estuviera visitando a alguien, podría ser que la persona a quien él mandaba mensaje fuera su novia, podría ser que ella tuviera novio, podría ser que los dos tuvieran destinos completamente opuestos, pero por un momento sus mundos se cruzaron y una sonrisa ajena les bastó para mantener la mente ocupada por las siguientes noches, en las que ella trataría de adivinar si lo vería de nuevo y él tal vez solo siga preguntándose si ella vive cerca...

Maricela Morlet