Tengo una amiga, de la que he aprendido muchísimo, y le digo amiga porque realmente la considero así, quien me conoce sabe que no es una palabra que use con ligereza y en ella me da gusto poder usarla. No la veo diario ni platicamos tan seguido, pero las veces que llegamos a hacerlo realmente disfruto la conversación.
La conocí en un viaje a Cuernavaca. La verdad mi primera impresión de ella no fue la mejor porque se me hizo una persona muy seria y poco sociable. (Sí Charbelí, cuando te conocí no me caíste bien jaja). Creo que no llegamos a cruzar más de 3 palabras. Después como buena tradición, se organizó el juego de waterpolo y ahí mi percepción de ella cambió drásticamente. Me reía como loca de sus gritos de "¡Vamos mujeres!", "¡Si se puede!", "¡Todas sobre Lozano!", "¡Ánimo!". Me reía tan fuerte que había momentos en los que no podía ni jugar, pues sus gritos salían realmente con toda la energía que traía en el cuerpo. Hasta la fecha lo hace y la adoro por eso.
Sin embargo seguíamos sin hablarnos, pero cuando menos lo acordé estábamos las dos en un largo juego de volley. Habíamos jugado todos un buen rato, pero en un momento la alberca se despejó y quedamos solo las dos. Éramos las únicas que queríamos seguir jugando y no se nos pegaba la gana salirnos del agua. No recuerdo si fue ella o yo quien levantó primero el balón, pero después de ese primer movimiento estuvimos horas intentando mantenerlo en el aire. Aún cuando a ratos se me cansaban los brazos seguía jugando, era el reto de lograr la mayor cantidad de pases y lo bien que la estaba pasando, lo que no me dejaban irme. Contábamos la cantidad de golpes que le dábamos antes de que se nos fuera hacia otro lado y cuando se nos desviaba, las dos reíamos y gritábamos de la frustración.
Después nos empezamos a llevar muy bien. La primera vez que salimos sin el intermediario estrella que nos presentó, fuimos a tomar café. Platicamos muy agusto y nos sorprendimos al darnos cuenta de que las dos teníamos una experiencia muy fuerte en común. Esto nos ayudó a llevarnos aún mejor.
Las veces siguientes que la veía eran generalmente salidas en grupo, pero nos la pasábamos muy bien. Me encanta la energía que tiene para todo, bailar, reír, escribir, hablar... hasta para fumar... todo. Me río mucho cuando convivo con ella y realmente la considero una persona excepcional.
Ella tiene un blog, en el cual decidió que éste sería el mes sentimental y bajo esa pauta escribiría una entrada sobre cada persona importante en su vida. La idea se me hizo muy original y cuando lo leí recordé por qué me cae bien. En estos días escribió sobre nuestro introductor, el gran amigo que nos hizo el enorme favor de ponernos frente a frente. Cuando terminé de leerlo platiqué con ella hasta casi las 4 de la mañana y durante esa plática caí en cuenta de algo: ¿Quién escribe sobre ella? Sobre esa persona que se toma el tiempo para dedicarle un espacio, un post, una entrada a cada uno de sus seres queridos.
Así que decidí hacerlo yo. Probablemente no soy la persona indicada, pues no soy su mejor amiga ni tengo muchos años de conocerla, tal vez nuestro amigo en común sería el adecuado para escribirla, pero yo me atrevo a hacerlo, aún cuando no soy quien más la conoce, porque creo que es una persona de la que vale la pena escribir, una persona de la que se puede aprender muchísimo y de la que el mundo debería saber.
Yo la admiro, y mentiría si dijera que a veces no trato de redactar como ella. Me encanta como escribe y la manera que tiene de ver y describir todo. Siempre he estado muy agradecida porque en mi camino he encontrado personas muy interesantes, personas que me han ayudado a encontrarle nuevos matices a la vida, como Aldo, quien con su originalidad e inteligencia logra aprender lo que sea y lo mejora; Jorge, con su infinita energía y decisión para crear cosas y hacer cualquier proyecto posible, o Arturo, para quien no hay imposibles, no encuentra obstáculos ni límites en nada...
El conocer a Charbs me hace reiterar el agradecimiento que le tengo a Dios (o a la vida si ella lo prefiere) por seguir poniendo en mi trayecto personas fuera de lo común. No intento robar su idea, y puede que llegue a escribir también sobre los pilares que componen mi vida, pero será más adelante cuando la inspiración me lo reclame. Por el momento, haciendo honor a su mes sentimental, creí que era justo que alguien escribiera sobre ella. Sé que hay quienes pueden describirla mejor que yo, y si deciden hacerlo, mi espacio es todo suyo para que lo hagan. Por lo pronto lo hice yo.
Gracias Charbelí por dejarme aprender tanto de ti.
About Me
4/23/2009
4/15/2009
Lejos
No tienes idea como se siente. Está cansada de hacerse la valiente y a ratos le dan ganas de dejarse llevar, de caer en ese pozo obscuro que tanto la llama, de tirarse por horas a llorar... pero no llora, no puede... no debe... su orgullo y ego no se lo permiten. Sentirse débil jamás, verse débil peor, mejor sería desaparecer.
Pero tiene tanto por dentro que a veces cree que va a explotar, la invaden unas ganas enormes de salir corriendo y gritar que esta harta de todo, que no quiere verlo de nuevo e irse muy lejos, donde nadie sepa quien es, donde otro nombre y vida sean su carta de presentación, a encontrar nuevos rostros, tal vez hasta nuevas penas, pero cualquier cosa sería mejor que continuar con ésta, ésta que le rompe la piel, que le desgarra la mente y le deshace las fuerzas, que la hace olvidarse a veces que ella es primero y no él, que le satura la memoria con sus ojos, su olor... ese delicioso y fresco olor, de su clara piel y obscura voz, de esa sonrisa que parece tener suficiente luz para opacar al sol, de esa energía que se contagia a kilómetros de distancia.
Pareciera el hombre perfecto, y aún asi con todo ese amor por él, ella sabe que no lo es, que tiene más defectos que nada, pero los ama, ama cada imperfección, cada palabra omitida, cada detalle no compartido...
Tristemente para ella no hay mejor amor que el no correspondido pues está tan acostubrada a ese sentimiento, que no sabría que hacer el día que lo escuchara decirle "te amo", pero está tranquila, la idea de que esto sucederá ya dejó su cabeza, sabe que no tendrá que enfrentarse a ese momento, así que resignada sólo se concentra en encontrar otras manos y otro cuerpo que la hagan olvidar los de él...
Maricela Morlet
Pero tiene tanto por dentro que a veces cree que va a explotar, la invaden unas ganas enormes de salir corriendo y gritar que esta harta de todo, que no quiere verlo de nuevo e irse muy lejos, donde nadie sepa quien es, donde otro nombre y vida sean su carta de presentación, a encontrar nuevos rostros, tal vez hasta nuevas penas, pero cualquier cosa sería mejor que continuar con ésta, ésta que le rompe la piel, que le desgarra la mente y le deshace las fuerzas, que la hace olvidarse a veces que ella es primero y no él, que le satura la memoria con sus ojos, su olor... ese delicioso y fresco olor, de su clara piel y obscura voz, de esa sonrisa que parece tener suficiente luz para opacar al sol, de esa energía que se contagia a kilómetros de distancia.
Pareciera el hombre perfecto, y aún asi con todo ese amor por él, ella sabe que no lo es, que tiene más defectos que nada, pero los ama, ama cada imperfección, cada palabra omitida, cada detalle no compartido...
Tristemente para ella no hay mejor amor que el no correspondido pues está tan acostubrada a ese sentimiento, que no sabría que hacer el día que lo escuchara decirle "te amo", pero está tranquila, la idea de que esto sucederá ya dejó su cabeza, sabe que no tendrá que enfrentarse a ese momento, así que resignada sólo se concentra en encontrar otras manos y otro cuerpo que la hagan olvidar los de él...
Maricela Morlet
4/03/2009
Pero Vive
Pero vive, porque sabe que no le falta nada, porque sabe que es la persona más afortunada del mundo, porque si la gente cuenta a sus verdaderos amigos con una mano ella puede hacerlo con las dos, porque tiene libertad, porque ama lo que tiene, lo que es y a las personas que caminan con ella, porque no tiene manera de enumerar la cantidad de viajes, experiencias, recuerdos, sonrisas, caídas, carcajadas, abrazos, lágrimas, canciones, gritos, emociones, bailes, caricias y besos que componen su historia, porque sabe que el día que se caiga se levantará por si sola pero habrá muchas manos esperando ayudarla a volver al camino, porque tiene más de lo que puede pedir y eso le basta y sobra para no olvidar que aunque la aventura no le ha dado la única cosa que pide, tiene todo para decir: Gracias, soy feliz.
Maricela Morlet
Maricela Morlet
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