8/09/2009

G8

El entusiasmo de comenzar una nueva etapa era parte del impulso de comenzar nuevas amistades. En mi caso, era un miedo enorme, un temor gigante a repetir las burlas y los maltratos que me hacían odiar la escuela. Pero alguien llegaría para demostrarme lo contrario, o tal vez yo llegaría a ellos, diariamente, en los descansos y al final de las clases. Dios y el destino me pusieron en su camino para que me cambiaran la vida de una manera que jamás podría terminar de agradecer.

Mi perspectiva siempre fue diferente aunque eso no significaba que me sintiera menos parte del grupo.

Las foots, los M&M’s, el tipo, Coyo, Nesh, y yo… la única que no estaba en el salón. Terminé en el grupo por azares del destino. Porque la vida quiso enseñarme 2 cosas a la vez.

Yo llegué después.

Todo comenzó a las 2 semanas de haber iniciado las clases. Con la falta de locker le pedí a un amigo que lo compartiera conmigo, él aceptaba si su compañero de locker aceptaba. El tercer involucrado aceptó. Nos presentan… ahí empezó todo… al menos para mí.

Irónicamente mi primera impresión de él, fue la de un niño común con ojos bonitos que no parecía muy inteligente, después ese niño dejaría de ser común y se convertiría en mi principal motor para levantarme diariamente a las 6 de la mañana. Al enamoramiento que duraría casi 5 años y que la mayor parte de ellos sentí como un suplicio, ahora lo veo como el mejor regalo del mundo… bueno, los mejores regalos del mundo: 7 rostros que me contagiaban su sonrisa cada día. Ellos fueron el resultado, la enorme recompensa por haberme enamorado del hombre equivocado.

Fue número par. Se construyó como una historia de 8 personas diferentes con intereses similares. Era un balance perfecto: cuatro mujeres y cuatro hombres.

Sin importar donde estábamos, siempre lográbamos pasarla bien. Llevamos nuestra amistad a todos los puntos que pudiera llegar. Hacíamos catarsis y nos agradecíamos por haber llegado al mundo. Cientos de lugares fueron testigos de nuestra ARMONIAA: Pericoapa, el Mongo, El boliche, el billar, el gotcha, La Marquesa, Cuernavaca, Toluca, Yautepec, Acapulco… en fin.

Preparábamos algo especial para cada cumpleaños y hasta planeábamos quién sería pareja de quien, quiénes apadrinarían a los hijos de los demás y planeábamos como sería vivir juntos.

Hicimos a nuestros padres cómplices de nuestras aventuras. Evolucionamos nuestra relación a un punto más allá de las palabras, en el que sabemos que seguimos aquí, que seguiremos aquí siempre… tal vez unos más que otros pero siempre habrá ocho personas que compartieron una amistad inusual, profunda, auténtica, divertida, pero sobretodo unida, más fuerte que el tiempo.

Siempre tendré una enorme gratitud en mi corazón con esos 7 individuos que me sacaron del hoyo emocional en el que vivía, fueron mi equipo de rescate, me enseñaron que la tristeza y el sufrimiento no eran el común denominador de mi vida, que existía el verdadero cariño afuera de la familia, que los amigos son familia y sus familias son amigos, que el amor, incluso el no correspondido, enseña y madura a las personas, que la verdadera amistad se expresa mejor con una abrazo y que no importa cuánto tiempo pasemos separados, al final del día sabremos cómo encontrarnos.

Los quiero más de lo que puedo expresar. La persona que ven en mí existe porque ustedes la levantaron y nunca podré agradecerles lo suficiente por eso.

Alma, Naomi, Irene, Aldo, Arturo, Rodrigo, Oliver:
GRACIAS.

7/17/2009

Nada

No encuentro, o no hay, o de plano no para mí. He buscado trabajo incansablemente y sólo he aprendido que la crisis lleva al engaño. Las empresas te llevan a entrevista y te enganchan con mentiras para terminar poniéndote en ventas y hasta de office boy si te dejas.

He llegado a pensar que mi postura tal vez no sea la correcta. ¿Estaré mal al pensar que no me aventé 4 años de carrera y un diplomado para terminar en ventas o telemarketing? Algunos dicen que por algo se empieza pero tal vez el hecho de que afortunadamente no busco trabajo por necesidad, es lo que me permite ponerme en mi posicion de niña tonta al no querer desperdiciar lo que estudié y al rehusarme a trabajar en algo que no me gusta.

Algo que toda esta experiencia de búsqueda de empleo me ha ayudado a darme cuenta, es que lo que quiero es un trabajo de oficina. No quiero andar rodando por toda la ciudad de empresa en empresa, ni quiero trabajar desde mi casa. Me veo levantándome temprano, llegando a la oficina, yendo a comer con mis compañeros y cumpliendo mi jornada de tiempo completo. Una simple y tranquila rutina laboral, pero por lo visto en estos días es pedir demasiado.

Tengo varios proyectos encima. Hay muchas cosas que quiero hacer y no puedo. Nunca había sentido tal impotencia debido a la falta de dinero. Quiero comprarme una bici, quiero tomar clases de tango, quiero averiguar si tengo el valor para aventarme en paracaídas, quiero ir a la playa y quiero no sólo dejar de depender económicamente de mis papás sino poder cooperar con la economía de la casa...

Y tras todos esos "quieros" hay una impotencia que no deja de crecer...

Me urge encontrar trabajo.

7/06/2009

We are the world

Ok. YouTube ya nos dio permiso de publicar los videos de nuevo así que reanudo mi lista de videos favoritos.

Este me encanta por la cantidad de artistas que se reunen. Aunque el que menos aparece es Michael Jackson se entiende que quien marca el camino es él, y en general la canción en muy buena.

6/30/2009

They don't care about us

Este video me encanta por mostrar la versatilidad que tenía MJ para explorar diferentes ritmos y la facilidad y energía que lo hacían reunir a tanta gente.


6/26/2009

El fin de una era

Generalmente cuando se va alguien, más que tristeza me da coraje... en este caso fue al revés. Tal vez porque no era pariente mío ni un conocido cercano, pero esta ocasión la tristeza fue mayor al enojo. Después de enterarme de la noticia empecé a recordar cuantas veces en la primaria me tocó bailar Thriller. La ensayábamos una y otra vez y nunca me molestaba escuchar tantas veces la misma canción. Después en la carrera, cuando ya creía que no regresarían oportunidades para aprenderme alguna coreografía escolar, ahí estaba, de nuevo a mis 22 años me encontré bailando Thriller cientos de veces en un salon de clases con partes de la coreografía original para presentarla otras tantas veces en una obra de teatro. Nuevamente no me cansaba de repetirla las veces que fuera necesario.

Siempre que escuchaba alguna canción de él era inevitable que, al mismo tiempo que movía los hombros pensara: "que buena música hace este hombre". Fue acompañamiento de varias generaciones que lo recordarán siempre.

He traído la espina de compartir con alguien mi pesar, de decirles que realmente me da tristeza que semejante leyenda se haya ido, sobretodo en vísperas de su gira de despedida...

No pienso adentrarme más en el tema, no voy a poner su biografía ni las cifras de sus logros, eso los van a encontrar en cada canal que sintonicen o en cada estación de radio que elijan, simplemente quiero hacerle mi tributo personal a un hombre que cambió la historia de la música y del baile. A un hombre que con su música acompañó muchos de mis mejores momentos.

En todos lados del mundo han hecho demostraciones masivas de su respeto por él, ésta es la mía, mi manera de decirle adiós y de agradecerle por poner toda su energía en cada paso de baile y en cada palabra cantada.

Toda esta semana estaré publicando videos de él, videos que desde mi punto de vista, reflejan de la mejor manera quien era Michael Jackson.

El primero es mi favorito por ser una de las mejores coreografías que he visto en mi vida. Ojalá lo disfruten tanto como yo.

6/17/2009

Uno de esos días...

Hoy fue uno de esos días, de esas veces en que te saturas de tu entorno y lo único que quieres es escapar.

Hoy me saturé. De mi casa, de mi lento ritmo de vida, de sentirme estancada, de los problemas que me rodean... de todo. Fue de esos días en que por cinco minutos pensé en levantarme, sin avisarle a nadie tomar todo el dinero que tengo y comprarme un boleto de avión lejos de aquí, a una ciudad donde nadie me conozca y pueda empezar de cero.

Tantas veces me ha seducido esa idea y nunca he tenido el valor de tomarla y ponerla en acción. Siempre concluyo en lo mismo, que ya me llegará la oportunidad de salir de esta ciudad y llegar a otra vida, a una historia diferente con un final parecido. Sé que saldré de aquí, tal vez lo haga sola, tal vez no, pero sea como sea, sé que un día saldré de aquí.

6/11/2009

Lic. Maricela Morlet

Esta semana crecí. El lunes después de las 2 de la tarde me sentí más alta. El mundo se veía pequeño y la satisfacción que me provocaban las lágrimas en el rostro de mi papá, me invadió todo el cuerpo de una manera que nunca había experimentado.

Es muy fácil estar del otro lado de una mesa y decirle a alguien:”Felicidades, ya eres licenciada”. Para el sínodo es algo común y tal vez el repetirlo tantas veces les ha hecho olvidar cómo se habrán sentido ellos el día que escucharon ese “Aprobado”.

Para mí fue un gran logro, un enorme respiro, fue quitarme de encima una piedra que pesaba 20 años de esfuerzo plasmados en los ojos de mi padre.

De repente no parecía suficiente, no me parecía justo ver miles de levantadas temprano, desveladas haciendo tarea, nervios de exámenes finales, de quedarme hasta las 10 de la noche en la escuela armando la animación o el diaporama en el laboratorio de Mac, representados en un simple papel. Pero el momento en que escuché al hombre más grande y fuerte del mundo con la voz cortada diciéndole a su mujer: “Lo logramos esposa, mi chiquita se tituló” me deshizo de emoción. Traté de no llorar frente a mis amigos porque Maricela Morlet siempre dice que no llora, pero la expresión de mi padre de descanso y satisfacción me ganó. Ver a los 2 pilares más importantes en mi vida con los ojos rojos después de haber escuchado del sinodal que ya éramos colegas, fue lo que me hizo darme cuenta de lo que acababa de lograr.

Acababa de darle crédito a las miles de horas que el Ingeniero en Sistemas se ha pasado sentado frente a una computadora partiéndose la espalda y la vista para desquitar el sueldo, a las noches que se desvelaba tratando de planear la creación de un programa que funcionara en varias empresas, a las veces en que la Licenciada en Trabajo Social se ponía a ayudarle con la tarea a su niña, a las tardes que se pasaba sentada en el comedor planeando la economía de la casa para ver como estirar los billetes para que su hija fuera a una escuela bilingüe y al mismo tiempo tuviera la bicicleta Benotto que le pidió a Santa Claus.

Pareciera que no tiene tanta importancia, y yo creía que no la tenía, pero los centímetros que gané de altura ese día me demuestran lo contrario. Una frase no lo expresa por completo, pero lo importante es lo que viene detrás de ese: “Ya soy licenciada”. Yo lo sé, conozco ese background, y el octavo día del sexto mes del año 2009, terminó su capítulo y comenzó otro.

Por último quiero dar las gracias. Sí, como en los premios Oscar voy a dar las gracias:

A mis papás por ponerme donde estoy en este momento, a mi tía Patricia por sofocar su enfermedad y poner su mejor cara el lunes pasado, a mi hermano Javier por marcarme temprano y recordarme que se puede ser hija única y aún así tener al mejor hermano del mundo, a Joaquín, Arturo, Rubén y Naomi por haber ido ese día, nunca les expresé como agradecí que estuvieran ahí conmigo, a Jorge por hacerse un espacio en sus cansados ensayos para mandarme ese mensaje de apoyo una hora antes, a Charbelí por mandarme el primer mensaje que leí después de salir del examen, a Alma por ponerse nerviosa conmigo desde París y a Alexis por ser el primero en felicitarme por Facebook, a Aldo por confundir la fecha y estar al pendiente de marcarme para decirme Licenciada, a Fercho por ayudarme a relajarme, apoyarme y a estudiar, a Joseph por aceptar estudiar conmigo y prestarme su casa y su Guitar Hero, a Imelda por emocionarse conmigo y prender esa velita para que me fuera bien, a Paula por ponerme nerviosa casi diario y recordarme la importancia de ese examen, a Coyiyo porque no importa la ocasion siempre pide que le inviten todo, a Luishito por seguir rompiendo las barreras geográficas y darme abrazos aun cuando está lejos, a Laura por enfermarse del ojo pero recordarme su apoyo, y a todos los que se tomaron un momentito de su día para felicitarme. Ayudaron a que esta etapa fuera aún más importante y relevante en mi vida.

Realmente gracias.

Atentamente,

Lic. Maricela Morlet